Pese a una ligera mejoría en los últimos meses, el índice de sequía sigue siendo preocupante
Tras un verano con muy pocas precipitaciones, se esperaba que la llegada del otoño revertiera una situación preocupante que hay llevado ya a las autoridades a declarar el estado de prealerta. Un momento que, si no cambia, podría afectar tanto a los ciudadanos como a las actividades profesionales.
No resulta preocupante a día de hoy, pero la situación de prealerta está anunciada en la mayor parte de las islas del archipiélago balear. Eso sí, dos pequeñas esperanzas en el horizonte.
La primera de ellas es que en las últimas semanas de agosto y durante el principio de septiembre se registraron precipitaciones en la región que han permitido aliviar un poco la situación, aunque no demasiado.
La segunda esperanza que se tiene es el descenso del consumo particular tras la época veraniega y cuando la temporada alta turística se ha terminado.
Estas dos situaciones cambiantes han provocado que desde la Consellería de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca se mantenga el optimismo. Eso sí, desde esta institución oficial se avisa que únicamente las unidades de Pla y del sur de Mallorca han entrado en estabilidad.
Eso sí, no hay dudas que las expectativas son buenas pese al estado de prealerta. Desde la Consellería se ha avisado que la situación es muy parecida al de los dos últimos cursos, incluso algo mejores.
Según se estima, las reservas hídricas de Baleares se encuentran en un 56% de su total, incluso mejorando tres puntos con respecto al mes de agosto, lo que supone un alivio. Así, Mallorca tiene un 56% de su capacidad, Menorca e Ibiza cuenta con un 53%, mientras que Formentera ha pasado del 57 al 55%.
No hay que pasar por alto que pese a que las precipitaciones anuales son mayores que hace 12 meses, el carácter de las lluvias ha sido torrencial, hecho que explica la poca incidencia en los recursos subterráneos que han tenido estas precipitaciones.