Seguro que, si eres estudiante, tendrás compañeros con hábitos de estudios muy distintos, sobre todo en lo que se refiere al horario. Cada uno busca la fórmula mágica que le garantice la máxima concentración durante más tiempo para sacar así el máximo provecho a cada jornada de estudio, especialmente cuando llega el periodo de exámenes y se les echa el tiempo encima.
Pero ¿no te resulta curioso ver cómo algunos de tus compañeros madrugan un montón para estudiar a primera hora del día mientras que hay otros que prefieren hacerlo mientras todos duermen? ¿Cuál es tu caso? Si la franja horaria destinada al estudio está bien elegida, será determinante en el aprovechamiento del tiempo. ¿Por qué? En este post te contamos con la importancia de saber cuál es tu mejor momento del día para el estudio y cómo averiguarlo.
Conoce tus biorritmos para elegir tus hábitos de estudio.
Según el ritmo diario de actividad, la ciencia utiliza un símil relacionado con las aves para distinguir entre las personas matutinas (alondras) y vespertinas (búhos).
El cronotipo sirve para introducir un concepto relacionado con los biorritmos circadianos, es decir, con la forma que tenemos de adaptarnos a la luz, a la temperatura y a otros ciclos biológicos ambientales. Se podría decir que esta es la razón por la que a algunas personas les cuesta madrugar y durante las primeras horas del día son auténticos zombies mientras que a otras no les cuesta ningún trabajo y se sienten mucho más enérgicas a primera hora.
A pesar de que los ritmos circadianos son cruciales para actividades vitales como la regeneración celular, el funcionamiento cerebral (esto es lo que nos interesa) o la actividad hormonal, es en la regulación del sueño donde más influye a la hora de mantenernos como personas madrugadoras o trasnochadoras.
¿Y qué tiene que ver esto con el momento del día que dediques al estudio? Pues todo, porque como acabamos de decir, tu biorritmo circadiano marca en qué parte del día tu cerebro funciona mejor y si no sabes cuál es, puede que te estés empeñando en planificar unos horarios de estudio en los que no serás tan productivo como lo serías en otros. De ahí que sea tan importante saber si eres búho o alondra a la hora de establecer unos hábitos de estudio.
Averigua si eres búho o alondra.
Para averiguarlo puedes realizar un calendario de energía: crea una tabla en una hoja de cálculo que posea columnas para cada día de la semana y filas para las horas del día. Cada vez que te pongas a estudiar, anota con valores del 1 al 10 cómo de productivo te estás sintiendo en ese momento. Cuando pasen unos días, seguramente habrás observado cuáles son las horas en las que te has sentido más concentrado, por las mañanas o por las tardes-noches.
Puedes incluir otra columna de observaciones que puede ser muy significativa para averiguar este cuestión: además de cómo de “despierto” te hayas sentido en función del horario y de cómo de productiva has creído que ha sido tu sesión, prueba a repasar lo estudiado en cada momento. Es probable que, al margen de la materia, recuerdes mucho mejor aquello que hayas estudiado y memorizado en las horas del día en las que tu cerebro funciona mejor debido a tus biorritmos naturales.
Después de saber esto: ¿a qué esperas para averiguar si eres búho o alondra? Si tienes que estudiar este verano, agradecerás saberlo para sacar el máximo partido a tu tiempo. Podrás organizar tu jornada sabiendo que las horas que dedicas al estudio te rendirán más y te serán más provechosas.