Sabemos que estudiar en verano es la actividad menos apetecible del mundo.
Además, en esta época del año tienes muchas más distracciones al alcance de tu mano que no tienes el resto del año: hacer una excursión, quedar con los amigos para ir a una verbena popular, pasar el día de sol en la playa, quedar con la panda en la terraza de moda… ¡Es que el verano está repleto de planazos a los que resulta imposible decir que no!
Pero si no te queda más remedio que estudiar porque estás preparando oposiciones o porque tienes que realizar exámenes en septiembre, debes de armarte de fuerza de voluntad y de mucha planificación. Es difícil ser constante en esta época pero organizándote bien y siguiendo estos consejos conseguirás ser más productivo con tu estudio veraniego:
Deja la tarea más difícil para primera hora
Es preferible que, si tienes que estudiar en verano, lo hagas por las mañanas. Antes de empezar la jornada jerarquiza cuáles son los temas más importantes o complejos que tienes previsto estudiar para hacerlo ya a primera hora. Ten en cuenta que si lo más relevante lo quitas de delante cuanto antes, sentirás un gran alivio, ya que el resto de tareas que no requieren de tanta concentración las irás completando poco a poco en el resto de la jornada.
Organiza y controla el tiempo
Si tienes que estudiar varios temas o hacer varios ejercicios, es conveniente que calcules cuánto tiempo crees que te van a llevar y, una vez hechos, apuntar cuánto tiempo te han llevado realmente. Esto es bastante práctico al principio ya que, una vez que pasan las semanas, sabrás con seguridad las horas que requerir cada tarea para organizar mejor tus jornadas de estudio en verano y sacar más provecho a tu tiempo.
Planifica las pausas
Al igual que es importante planificar el tiempo de estudio, los descansos no lo son menos. Debes marcar unos tiempos y cumplirlos. ¿Quieres un truco motivante? Si vas a irte a la playa por la tarde, siempre y cuando estudies lo que tenías previsto para el día, el descanso es un buen momento para hacer la mochila playera y así tenerla lista cuando termines. Te motivará a seguir estudiando para cumplir con tu planning y poder darte un merecido descanso al final de la tarde. ¡Qué mejor que un chapuzón para despejar la cabeza del estudio!
Cuida el ambiente de trabajo
Estudia en una habitación ventilada y refrigerada. O también puedes optar por acudir a una biblioteca si este gesto contribuye a que crees una rutina de estudio más llevadera. En cualquier caso, la mesa debe estar lo más despejada posible para concentrarte al máximo. De hecho, cuanto menos cosas tengas encima de ella, mucho mejor. Y por supuesto, deja el móvil alejado si no quieres estar pendiente de los miles de grupos de WhatsApp que están ardiendo durante los días de verano.
Bebe agua
Una de las cosas que puedes tener encima del escritorio es una botella de agua. Mantenerse hidratado durante el estudio es muy importante. El calor y las altas temperaturas pueden reducir nuestra energía y bajar la concentración, por eso es importante que bebas mucha agua mientras estudias.
Alimentación sana y equilibrada
Opta por almuerzos ligeros donde abunden alimentos frescos y de temporada. Recuerda: nada de comidas copiosas, ya que las digestiones lentas no hacen buenas migas con el estudio. Ensaladas, macedonias, sandwiches y comidas similares son adecuadas, además del consabido desayuno completo para iniciar bien el día.
¡Sal y diviértete!
Estudiar en verano no significa tener que estar encerrado durante dos meses sin ver la luz del sol. Si te planificas hay tiempo para todo. De hecho es bueno que salgas a pasear al final del día o vayas a la piscina o a la playa, cuando ya no hace tanto calor. Como te contamos en este post, el ocio también es importante para despejar tu mente y encontrarte al 100 %. Incluso es recomendable dejar un día de descanso para hacer un plan totalmente diferente, sobre todo para no tener la sensación de que te estás perdiendo el verano.